[Siguen llamándonos "anarquistas", no sabemos porqué... Tiene que ser algo británico.] The Independent, Reino Unido, 11 de Julio 2005 54 de Wu MingTodos quieren ser Cary Grant. Hasta el presidente Tito... por David Isaacson Wu Ming, que significa "anónimo" en chino mandarín, es la nueva encarnación de Luther Blissett, un seudónimo con el que cuatro anarquistas italianos escribieron la novela Q. Reforzada con un nuevo miembro, la pandilla ha producido otra epopeya calidoscópica, en esta ocasión, sobre el año 1954. Pierre Capponi, cantinero y rey de los bailarines de filuzzi en Bolonia, decide buscar a su padre, que ha huido a Yugoslavia como refugiado político. En su búsqueda se cruza con personajes históricos como Lucky Luciano, que está preparando una operación de tráfico de droga en Nápoles, y pese a su incredulidad, con Cary Grant. Todos quiere parecerse a Cary Grant, “el perfecto prototipo de Homo Atlanticus”. Es algo que aúna al proletariado y la burguesía. Pierre copia su andar y ha "casi perfeccionado su manera de tener las manos en los bolsillos". Archibald Leach, el actor que se convierte en Cary Grant, se representa a sí mismo. Como las intrigas de la Guerra Fría se intensifican y el MI6 intenta atraer a Yugoslavia, Tito usa su influencia para exigir un encuentro con el ídolo de la pantalla. Esta comedia erudita está centrada en la influencia norteamericana en Europa, especialmente en Italia. Steve "Cemento" Zollo, un peligroso gángster neoyorquino que trabaja para Luciano, recluta como ayudante al jovenzuelo napolitano Salvatore Pagano. Salvatore aparece como comparsa en Atrapa a un ladrón, que Hitchcock está rodando en Cannes, confundiendo al director con Winston Churchill. Un aparato de TV que no funciona porque en su interior se oculta heroína no es una metáfora particularmente sutil para Norteamérica, pero está manejada maravillosamente. El McGuffin Electric Deluxe pasa las primeras semanas de “su vida” en una casa en Baltimore, en donde transmite las noticias de la muerte de Stalin. A las primicias le sigue la desilusión: "No pegaba con los muebles suecos". El McGuffin es vendido al ejército, que lo destina a la base aliada en Nápoles antes de su traslado a un bar de Bolonia. Cuando el McGuffin ya no emite ni una imagen, refleja las caras de los desilusionados espectadores. 54 es análogamente mordaz con los ideólogos del eje soviético. En una reflexión, Tito recuerda una discusión con un burócrata que sostiene que los espejos estimulan "narcisismo pequeño burgués". Al cual Tito contesta: "¿Y cómo emparejas tu bigote, inclinándote sobre charcos?" En Moscú, la cabeza de la recientemente formada KGB se presenta con un plan para avergonzar a Tito por sus ambiciones contrarrevolucionarias respecto a Cary Grant. La omnisciencia autorial, tono satírico y veracidad histórica podrían parecer algo raro viniendo de un grupo de anarquistas. Pero, a través de la colectividad de su fluida voz, Wu Ming subvierte las tradicionales normas literarias. A diferencia de esos académicos estructuralistas y marxistas que han producido resmas de teorías especulativas sobre la muerte del autor individual, Wu Ming lo hace. |