12 de Agosto de 2001

Los misterios de Q

Intrigas y traiciones en la Europa convulsionada por la Reforma religiosa. Un autor que se esconde tras el nombre de Luther Blissett. Estos son ingredientes de la novela que adelantamos en exclusiva.

Alvaro Matus

Rittenberg, una ciudad como cualquiera. A comienzos del siglo XVI pertenece al principado de Sajonia, posee un clima duro, carece de viñedos y su población es mayoritariamente analfabeta. En sus calles hay fango y pobreza. Lo único que la hace especial es su universidad. Por ella, Wittenberg se salva. O se quema. Depende del punto de vista...

Era el tiempo en que los cristianos pagaban por la absolución de sus pecados. Era el tiempo en que por las aulas de la Universidad de Wittenberg se paseaba Martín Lutero. Profesor a sala llena. Hombre que escribe las 95 tesis contra el tráfico de indulgencias y las clava en la puerta sur de la iglesia de la ciudad.

Es el inicio de la Reforma religiosa, escenario ideal para una trama de espionaje, persecuciones y asesinatos. Porque la hipercomentada Q, novela que llega a Chile la segunda quincena de agosto bajo el sello Mondadori, es una historia donde los secretos de palacios van de la mano con las espadas, la fe se hermana con el dinero y la conciencia de los campesinos despierta con la prédica de Lutero y de otros teólogos más radicales, dejados un poco de lado por la Historia.

A estos últimos, Q les rinde un homenaje. Ellos, junto a un ex estudiante de teología y a un espía del cardenal Gianpietro Carafa, son los protagonistas de esta novela, de la cual ofrecemos un adelanto exclusivo (ver páginas 80 y 81).

Q fue un fenómeno editorial en Italia y España. Muy vendida y súper comentada. Algo que difícilmente se explica sólo por ser una novela histórica de espionaje. Y es que, además de ser un buen relato de intrigas, Q fue escrita por cuatro jóvenes italianos que firman misteriosamente como Luther Blissett.

¿Luther Blissett, igual que el futbolista jamaicano que jugó en el AC Milan en 1983 y 1984?, ¿el que desató la ira de los racistas italianos?, ¿ y que ahora es entrenador de un club de Watford, Inglaterra?.

Sí, sí y sí. Pero hay más...

Nombre múltiple Nadie sabe cómo el nombre de Luther Bli- ssett comenzó a usarse en los '90 por grupos anarquistas para firmar sus actividades contraculturales. Lo único cierto es que Luther Bli- ssett es más un proyecto que un solo autor. Y que los mitos sobre su origen son muchos.

Aquí van dos: Ray Johnson, inventor del mail art, firmó unas obras con ese nombre antes de suicidarse en 1995. Otros creen que la leyenda la inicia Diego Gabutti, columnista de Milán, quien firmaba sus artículos como Blissett para anular su propia identidad.

Las actividades atribuidas a este nombre son diversas y lo han convertido en un personaje colectivo al estilo de Robin Hood.

En 1993 aparece Véndete, Muérete, un mediometraje donde Blissett muestra a artistas, críticos y galeristas internacionales torturados por un casco computarizado.

Entre 1994 y 1996, un programa de radio en las emisoras izquierdistas italianas K Centrale y Cittá del Capo transmiten un programa conducido por Blissett, donde se incentivaba a violentar la ciudad: orgías públicas y disturbios se atribuyeron al programa.

Otra de Blissett fue la creación de una página web falsa del Vaticano, visitada durante un año sin despertar sospechas. También lograron que el periódico Resto del Carlino publicara la noticia de que Naomi Campbell iba a Italia a operarse de celulitis. Una mentira más.

"Luther Blissett representa el poder de la comunicación y la inteligencia colectiva, ningún copyright puede combatirlos", decía una declaración aparecida en el magazine Derive Approdi, en marzo del 95.

Todo esto motivó la declaración del auténtico Luther, el futbolista: "Ellos hacen todo tipo de cosas y yo sólo recibo el crédito o las acusaciones por ello".

El verdadero autor de Q Llegó un minuto en que todos se convencieron de que Luther Blissett era un colectivo revolucionario posmoderno, que postulaba la disolución de la identidad y buscaba hacer notoria la decadencia de las instituciones.

Sin embargo, cuando en 1999 aparece Q en Italia, surge el enigma acerca del verdadero autor. Se pensó en un clérigo disidente y en Umberto Eco, autor de El Nombre de la Rosa.

Al cabo de un tiempo, los autores de este thriller histórico de 643 páginas decidieron salir a la luz y publicaron declaraciones en internet. Pero dijeron poco: que sus nombres son Federico Guglielmi, Luca di Meo, Giovanni Cattabriga y Fabrizio Belletati, que tienen entre 26 y 35 años, y que viven en Bolonia.

"Luther Blissett es un nombre de múltiples usos que puede ser adoptado por cualquiera, y usado día y noche en el resto de Europa y el mundo", afirman los creadores de esta novela que mezcla el género epistolar y la novela negra. "En Bolonia hay docenas de personas involucradas en el proyecto. Nosotros cuatro somos menos del 0,04 % del proyecto Luther Blissett".

Los autores explican que eligieron el siglo XVI porque allí nace una época -la modernidad-, proceso similar al que estamos viviendo hoy en día. "Nuestro Q habla de Lutero, el primer gran comunicador de masas, el primero en utilizar la prensa, una revolución tan importante como puede ser para nosotros internet. Y también habla de los éxodos de masas, parangonables a los de hoy en los Balcanes".

Estuvieron seis meses investigando, otros seis meses elaborando la trama y dos escribiendo. "Fue como tocar en una banda de jazz. Buena comprensión, arreglos colectivos y solos individuales. Además, Blissett lleva años diciendo que la escritura creativa es una operación colectiva: los conceptos no son propiedad de nadie, el genio no existe".

Después de la novela, por lo menos para estos cuatro integrantes, el proyecto Luther Blissett terminó: "Como dijo nuestro querido Cary Grant, es mejor marcharse un minuto antes y dejar a la gente con ganas de más, que un minuto demasiado tarde, cuando la gente empieza a aburrirse". Ahora escriben bajo el nombre de Wu Ming, que en chino significa "sin nombre". En Italia ya apareció su primer libro, Arma de guerra, donde apuestan por el encuentro del mestizaje y las culturas. No se sabe cuándo llega a Chile, pero por mientras se puede partir con Q, un auténtico viaje por la Europa de la Reforma, con banqueros codiciosos, aldeas sublevadas y teólogos perseguidos. Afortunadamente, en Q al menos, uno de ellos se salva y cuenta la historia.